La reciente implosión del Titan, junto con las críticas de la opinión pública hacia las empresarios por desoír advertencias de seguridad, nos invita a reflexionar sobre los errores y fallos en los procesos de toma de decisiones. A menudo todos estamos expuestos a estos errores en la toma de decisiones. La mayor parte de ellos pasan desapercibidos ya que se dan en entornos de bajo riesgo, pero sus consecuencias pueden ser graves cuando se dan en ambientes de alto riesgo.
Por ello resulta importante, aprovechar esta triste situación de público y masivo conocimiento, para intentar hacernos reflexionar sobre esta problemática que en este caso ha desencadenado en un hecho trágico. Basado en la conjetura social sobre posibles errores en la toma de decisiones, se analizará este proceso profundizándolo para demostrar que es mas cercano de lo que parece y no solo una cuestión que subyace al «empresariado».
Consecuencias de errores en entornos de alto riesgo
Los errores son mas comunes en todos los procesos de toma de decisiones; pero es en entornos de alto riesgo cuando pueden tener consecuencias devastadoras y ponerlas de manifiesto. Son ejemplo de estas situaciones:
- En el trabajo en altura, los errores pueden resultar en caídas graves, lesiones graves e incluso pérdida de vidas. Los costos financieros y legales asociados también pueden ser significativos, poniendo en riesgo la viabilidad de la empresa y con ello la estabilidad laboral de todos los colaboradores.
- En el trabajo en espacios confinados, los errores pueden llevar a accidentes por asfixia, intoxicación o atrapamiento. Los trabajadores pueden enfrentar consecuencias mortales, como dificultades respiratorias o daños permanentes a la salud debido a la exposición a sustancias tóxicas.
- En el trabajo eléctrico, los errores en la toma de decisiones pueden dar lugar a descargas eléctricas, quemaduras graves e incendios. Las consecuencias pueden variar desde lesiones graves hasta la pérdida de extremidades o incluso la muerte.
Si bien los responsables de la empresa son en definitiva los responsables legales y sobre todo finales de los incidentes ocurrido en su ámbito (o al menos de su prevención), los errores que suelen desencadenarlos no solo son de ellos, sino también de quienes por ejemplo, deberían realizar las consignas o habilitar a terceros a ingresar a zonas protegidas siendo que disponen de los recursos y los conocimientos.
Motivos para tomar decisiones erróneas
Existen varios factores que pueden influir en la toma de decisiones erróneas, incluso en situaciones donde la seguridad es primordial. Algunos de estos motivos incluyen:
- Sobrestimar las habilidades y conocimientos: Las personas podemos caer en la trampa de creer que somos invulnerables o que la experiencia nos otorga suficiente capacidad para enfrentar cualquier desafío. Esto puede llevar a ignorar advertencias y precauciones fundamentales. Sobre este punto, hay un viejo refrán que dice: «La curiosidad mata al gato y la confianza al hombre», una muestra mas que la toma de decisión es un problema de vieja data en la humanidad.
- Presión del tiempo: En entornos laborales, los plazos ajustados y la presión por cumplir objetivos pueden llevar a tomar atajos o decisiones apresuradas. La falta de tiempo para evaluar adecuadamente los riesgos puede resultar en errores. O a veces también, las propias presiones por terminar mas rápido un trabajo.
- Sesgos cognitivos: Los sesgos cognitivos, como la tendencia a confiar en la intuición o en la información sesgada, pueden influir en la toma de decisiones. Esto puede llevarnos a descartar advertencias o indicios de peligro.
- Cultura organizacional: En algunos casos, la cultura organizacional puede desalentar la comunicación abierta sobre riesgos y fomentar una mentalidad de tomar riesgos innecesarios. Esto puede llevar a ignorar advertencias y consejos de seguridad.
Llamado a la reflexión:
La implosión del Titan nos recuerda que todos estamos expuestos a cometer errores en la toma de decisiones, incluso en situaciones de alto riesgo, aunque aún muchos sostienen, o al menos actúan, que los errores son parte de otros. Es fundamental reconocer que la seguridad debe estar por encima de cualquier otro objetivo y que debemos estar dispuestos a escuchar y considerar las advertencias de los expertos en prevención de riesgos, sobre todo cuando los riesgos sean significativos. Aprendamos de esta tragedia, a través de un enfoque proactivo y una cultura de seguridad sólida, podemos minimizar los riesgos y construir entornos de trabajo más seguros y productivos.




Errores y Fallos en la Toma de Decisiones: Reflexiones desde el Hundimiento del Titan por Gustavo Fornés se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.