Contaminantes del Ambiente de Trabajo: identificación, riesgos y control

Bienvenido a este artículo. En este espacio obtendrá información de los contaminantes del ambiente de trabajo con posibilidades de provocar enfermedades profesionales en los trabajadores.

Si es su primer aproximación a los contaminantes del ambiente de trabajo, este artículo le ayudará a empezar a identificarlos. Si es un profesional o tiene cierta experiencia, esperamos que el artículo le ayude a relacionar conceptos y a ampliar conocimientos. Cualquier aporte al respecto puede dejarlo en el apartado de comentarios al pie del artículo.

Objetivos de aprendizaje

En este artículo, aprenderá a:

  • Conocer los tipos de contaminantes.
  • Identificar los procesos que pueden estar generando los contaminantes
  • Conocer las consecuencias que puede producir la exposición a contaminantes
  • Conocer las condiciones que se requieren para el desarrollo de una enfermedad profesional

Los contaminantes y la enfermedad profesional

Los contaminantes presentes en el ambiente de trabajo son la causa de la mayor parte de las enfermedades profesionales y, por lo tanto, merecen el suficiente conocimiento y dedicación para la identificación, evaluación y control de los mismos.

Las enfermedades profesionales, a diferencia de los factores causales de accidentes de trabajo, llevan implícita una latencia de manifestación muy elevada. Esta manifestación tardía, muchas veces impide visibilizar, la combinación Agente/Exposición, como el origen de la enfermedad. Es decir, pueden pasar años de exposición a contaminantes de trabajo hasta que la enfermedad, o sus primeros síntomas, se hagan presentes.

Esta latencia elevada suele generar una falsa sensación de seguridad, que induce al personal y al empresario a suponer que todo está bien cuando en realidad, puede estarse incubando una enfermedad profesional en los trabajadores. Esto sobresalta la necesidad de un fuerte trabajo preventivo que minimice los riesgos en la exposición a contaminantes.

Por otra parte, debe considerarse también, que no todos los contaminantes tienen la misma capacidad para generar daño; que no todos los trabajadores pueden reaccionar del mismo modo ante un agente; y que el tiempo de exposición y la repetitividad de exposición a lo largo de la vida de exposición del trabajador, también son variables que pueden (o no) generar las condiciones para que se desarrolle.

Dada esta breve introducción a los contaminantes del ambiente de trabajo y de su necesidad de estudio, definiremos los tipos de contaminantes presentes en estos espacios. De esta manera los podemos clasificar como: contaminantes o agentes químicos, contaminantes físicos y contaminantes biológicos.

Contaminantes químicos

Se considera contaminante químico a toda materia inerte con posibilidades de generar daño a la salud de los trabajadores. Por un lado tenemos los que representan un riesgo en la ingestión como los líquidos o los sólidos a granel. En este último caso, podría considerarse también, la suciedad presente en los bancos de trabajo y que es ingerida al alimentarse en estos espacios.

Por otra parte, tenemos aquellos contaminantes químicos que representan un riesgo serio al ser inhalados. En este apartado, consideramos los gases, vapores, fibras, aerosoles y nano aerosoles.

En ambos casos, el del riesgo de ingestión y el inhalatorio, no solo representan riesgo para el propio órgano expuesto. Los contaminantes, a través de ellos, pueden ingresar al torrente sanguíneo y distribuirse a todas partes del cuerpo. Una vez distribuido, pueden afectar a órganos mucho mas sensibles al contaminante absorbido.

En el cuadro 1 se encuentra resumida la clasificación de estos contaminantes.

Cuadro 1 – Contaminantes Químicos (Elaboración Propia)
Imagen 1 – Pictograma: Gas – SGA

Gases y vapores

Los gases y vapores, son aquellas sustancias cuyas moléculas se mueven libremente en el espacio que ocupan. Su principal riesgo, se da por la facilidad que tiene de llegar a la zona de intercambio gaseoso de los pulmones. Dependiendo del mismo podrá ingresar fácilmente al torrente sanguíneo, o al menos entorpecer el ingreso del oxígeno. Como ejemplo de gases y vapores, podemos referirnos a monóxido de carbono, dióxido de carbono, vapor de alcohol etílico o de acetona.

Aerosoles

En lo que hace a Aerosoles, son gotas o partículas sólidas finamente disgregadas que se encuentran en suspensión en el aire. Estas partículas, dependiendo su tamaño, pueden ser retenidas en la nariz, en la vía respiratoria superior o alcanzar los alvéolos cuando son gotas muy finas. Por lo tanto, su peligrosidad depende del riesgo intrínseco del agente químico combinado con el tamaño. Dentro de los aerosoles, como ejemplo, podemos invocar la sílice cristalina.

Cuando su tamaño de partícula es menor a 5 micrones, denominada respirable por su capacidad de alcanzar los alveolos en lo mas profundo del pulmón, representa un riesgo elevado de producir silicosis. Este efecto se da principalmente sobre sílices cristalinas como los subtipos Cristobalita, Tridimita o Cuarzo.

Otro caso ilustrativo que podemos mencionar, son los humos de soldaduras duras. Es decir, las altas de temperatura necesarias para fundir los metales, producen que una porción de los mismos pasen al aire ambiente en forma de humos, humos metálicos, y gases.

Nanoaerosoles

Los nanoaerosoles son partículas en suspensión, en la cual alguna de sus dimensiones está entre 1 y 100 nanómetros. Dentro de estos agentes podemos encontrar las nano partículas, nano placas, nano tubos y nano varillas.

Para el caso de estos agentes, los nanoaersoles de diámetros superiores a 7 nm tienden a llegar a zona de intercambio gaseoso. Por el contario, las inferiores a 4 nm tienen mayor facilidad de ingresar al organismo a través de la piel sana.

Dentro de los materiales mas comunes que se están utilizando en ambientes laborales son el grafeno, los fullerenos y las fibras de carbono.

Vías de ingreso al organismo

Volviendo a los agentes químicos en general, estos presentan en función de sus características, diferentes vías de ingreso al organismo. La permeación a través de la piel que produce un solvente orgánico, es una de ellas. También puede producirse por una ingesta involuntaria del agente, bebiéndolo directamente usualmente desde botellas no identificadas o, a través de la ingesta de alimentos contaminados por ejemplo, en aquellos casos que se utiliza los propios bancos de trabajo para almorzar. Otra posible vía de ingreso es la respiratoria, en este caso cuando el agente está en suspensión en el aire. Este puede ser el caso de un trabajador de una cabina de pintura cuando las medidas de control no son adecuadas.

Las vías de ingreso de un contaminante químico al organismo, se desarrollan con mas profundidad en ¿Qué es un tóxico y como se controla la exposición?

Contaminantes físicos

Los contaminantes físicos, son aquellas energías con la peligrosas para la salud de los trabajadores. En esta categoría podemos incluir desde fenómenos desde el ruido o las vibraciones, hasta fenómenos derivados de las ondas electromagnéticas.

Cuadro 2 – Contaminantes Físicos (Elaboración Propia)

Ruido

El ruido es una perturbación en el aire, que viaja desde la fuente de vibrante como un motor, alejándose en todas las direcciones. Esta perturbación al llegar al oído medio, hace vibrar la membrana timpánica con una determinada frecuencia e intensidad. Estas magnitudes combinadas con una exposición repetida y sostenida, puede derivar en una hipoacusia profesional debido a la degradación de los cilios. Estos son los responsables de traducir las perturbaciones en impulsos eléctricos que posteriormente el cerebro decodifica como sonidos.

Este tipo de contaminantes se produce por la vibración de un objeto. El objeto, al vibrar, perturba las moléculas del fluido que lo rodea. Esta perturbación, en un medio elástico como el aire, es transmitida por unas moléculas a otras de manera sucesiva haciendo que el sonido pueda viajar por distancias prolongadas.

Existen diferentes medidas que permiten reducir la exposición a ruidos. Una de ellas, es directamente sobre la fuente realizando un adecuado mantenimiento de las máquinas. Otras medidas pueden basarse en el medio de transmisión, aislando la fuente del resto del ambiente o, en trabajando en la absorción del ruido que se refleja en las paredes del ambiente. Por último, otras medidas mas comunes pero menos eficaces, consisten en proteger al trabajador o reducir el tiempo de exposición.

Vibraciones

Las vibraciones, son también una perturbación pero que usualmente se transmite por contacto con la fuente vibrante. El segmento corporal expuesto, es mas o menos sensible según la frecuencia de la vibración. Es por ello, que la exposición a vibraciones puede eventualmente derivar en trastornos musculoesqueléticos de los trabajadores.

Puede leer mas sobre la Prevención de trastornos musculo esqueléticos en nuestro artículo web.

Radiaciones No Ionizantes

Dentro de estas categorías tenemos las radiaciones ópticas como la iluminación, la radiación infrarroja y la ultravioleta. Por otra parte, también tenemos los campos electromagnéticos. Dentro de estos últimos podemos encontrar la radiofrecuencia (AM, FM, VHF, etc.) y microondas. Lo que diferencia a unas de otras, es la frecuencia, y asociada a la misma la energía que traen aparejadas. A mayor frecuencia, mayor es la energía de la onda. A pesar de ello, estas ondas se consideran no ionizantes ya que no tienen la energía para ionizar un átomo.

Radiaciones ópticas

Las radiaciones Infrarrojas y visibles, son ondas electromagnéticas cuyas frecuencias, tienen energía para excitar los átomos aunque no tienen gran capacidad de penetración en la materia. Por lo tanto, afectan principalmente las capaz superficiales de la piel y su efecto lesivo está dado por capacidad térmica y fotoquímica. Es decir, suelen transferir calor principalmente sobre piel expuesta, y la visible también tienen efectos foto químicos (ej. fotosíntesis). El ojo, junto con la piel, es el órgano mas expuesto a estas radiaciones.

La radiación ultravioleta, dada su alta frecuencia y energía, presenta efectos fotoquímico. El ojo y la piel son los órganos mas expuestos a las radiaciones, siendo la UV-C, la de mayor energía y capacidad de daño.

Un caso típico de exposición a las UV, es el del soldador. Estos trabajadores se exponen a las radiaciones generadas por el arco eléctrico. Para protegerse deben utilizar ropa de trabajo sobre todas las partes del cuerpo expuestas al mismo y protección ocular con filtros adecuados para estas radiaciones.

Campo electromagnético

Estos están formados por ondas de menor frecuencia, con grandes capacidades de penetración y con efectos térmicos principalmente. Este es el caso, de un Horno Microonda o equipos de telefonía celular. Por otra parte, la radiofrecuencia, conformadas por ondas eléctricas y magnéticas, si bien son de menor riesgo, pueden representar un riesgo en cercanías de fuentes de emisión o transformación eléctrica.

Radiaciones Ionizantes

Son aquellas con capacidad de ionizar los átomos de la materia. En esta categoría, hallamos las producidas por ondas como los rayos X y los rayos Gamma. Estas ondas electromagnéticas, tienen una frecuencia tan elevada, que las posiciona como de alta energía. Esta capacidad energética, puede producir un gran daño sobre las células y consecuentemente sobre la salud de los trabajadores. Si bien no son fuentes comunes para el público en general, si pueden encontrarse en algunos puestos de trabajo específicos.

Por otra parte, también podemos considerar en esta categoría las ionizaciones producidas por partículas. Son ejemplo de estas radiaciones las partículas alfa formadas por un núcleo de Helio sin electrones en los orbitales, las partículas Beta y los Neutrones. Todos ellos con capacidad de arrancar electrones de la materia con la cual interactúan.

Carga Térmica

Por último, tenemos un agente físico muy común en los ambientes de trabajo, la carga térmica. Es decir, niveles de temperatura (altos o bajos) que de acuerdo con el tipo de trabajo y el tiempo, producen una transferencia de calor desde o hacia la persona. Esta transferencia, cuando supera la capacidad de adaptación del ser humano, pueden poner en riesgo la salud de los trabajadores.

Estrés por calor

El ser humano es homotermo, y como tal, lucha internamente para mantener la temperatura corporal interna determinados valores. En su exposición al ambiente hay variables que impactan en el mismo que pueden producir un aumento de dicha temperatura.

Es así que, los ambientes con temperaturas por encima de 25°C reducen la eficiencia corporal para transmitir calor por radiación y convención desde el cuerpo hacia el ambiente.

Otro de los factores que influye es el tipo de trabajo, actividades intensas generan mayor producción de calor y por tanto mayor necesidad de eliminarla.

Un tercer factor que influye, es la humedad relativa ambiental. Mayores porcentajes de humedad, reducen la capacidad del cuerpo de eliminar calor a través de la sudoración. Es decir, la humedad de la sudoración al evaporarse absorbe calor reduciendo la temperatura corporal.

Cuando el cuerpo acumula calor, aumenta la temperatura corporal, poniendo en riesgo el funcionamiento fisiológico del mismo y llegado al extremo la vida de la persona.

Estrés por frío

Para el caso de los ambientes por debajo de los 16°C, el cuerpo puede comenzar una pérdida de calor hacia el ambiente. Esto depende de varios factores como: el tipo de actividad, la ropa de trabajo y la velocidad del aire además de la temperatura.

Cuando la temperatura interna del cuerpo disminuye por debajo de 36°C se incrementa el riesgo de sufrir hipotermia. Esta situación puede verse agravada cuando las ropas del trabajador se mojan, acelerando la pérdida de temperatura.

Por lo tanto, se debe trabajar, para mejorar las condiciones de trabajo evitando llevar a los trabajadores a esta situación.

Imagen 2 – Pictograma de Riesgo Biológico – Directiva 90/679/CEE

Contaminantes biológicos

Este tipo de contaminantes del ambiente de trabajo, se refiere a microorganismos, cultivos celulares y endoparásitos humanos, susceptibles de originar cualquier tipo de infección, alergia o toxicidad. Esta materia viva, puede ser que se encuentre presente en los ambientes de trabajo , que se produzca en los procesos, o que se dé por el contacto con personas, animales o manipulación de alimentos.

Una forma de clasificar estos contaminantes es por el tipo de organismos:

Cuadro 3 – Contaminantes biológicos (Elaboración propia)

Cada una de estas categorías abarcan prácticamente una rama de la ciencia que se dedica a estudiarlas. Es por ello, que se realizará una descripción somera de los mismos, enfocándonos en el aspecto laboral de los mismos.

Tipos de Organismos

Virus

Son agentes infecciosos de unas decenas a centenas de nanómetros de diámetro; Si bien fuera de la célula son inertes, al ingresar se replican. Algunos de las enfermedades mas conocidos son: el SIDA, el sarampión, el COVID, la viruela del mono, la hepatitis B, etc. Las mismas podrían ser consideradas laborales, dependiendo del trabajo, de la legislación y de la posibilidad de darse en los ambientes de trabajo. Por ejemplo, el caso de un trabajador de un laboratorio clínico, o un trabajador de la sanidad.

Bacterias

Son organismos de apenas unos micrones de tamaño. Estos microorganismos, al ingresar al organismo se replican produciendo nuevas bacterias. Solo una pequeña porción de las bacterias identificadas en la actualidad son nocivas para el ser humano, sin embargo son una de las mayores causas de Mortalidad.

Las bacterias nocivas mas comunes que pueden encontrarse en los ambientes de trabajo son: Tétanos, tuberculosis, brucelosis, salmonella y carbunco. Obviamente que para ser reconocidas, debe ser parte del riesgo específico del tipo de puesto de trabajo, por ej. Trabajadores agrarios.

Hongos

Son organismos eucariotas que se alimentan de materia orgánica. Algunos hongos pueden ser patógenos para el ser humano y causar infecciones en la piel, las mucosas o los pulmones. Estas enfermedades pueden transmitirse por inhalación o contacto con esporas.

Son ejemplos de este agente Candida albicans, la Neotestudina rosatii y el Aspergillus flavus.

Parásitos/protozoos

Son organismos que viven a expensas de otro organismo (huésped) y le causan daño. Algunos parásitos pueden ser internos (como los helmintos o los protozoos) o externos (como los ácaros o los piojos). Estas enfermedades pueden transmitirse por ingestión, picadura o contacto con el huésped infectado.

Entre las enfermedades que producen este tipo de agentes podemos encontrar: la Malaria, la Amibiasis y la Toxoplasmosis.

Como se puede observar, los contaminantes biológicos representan un riesgo importante para la salud de los trabajadores expuestos a ellos. Por ello, es necesario adoptar medidas preventivas como el uso de equipos de protección individual (EPI), la higiene personal y ambiental, la vacunación, la desinfección y la vigilancia epidemiológica.

Clasificación de lo contaminantes biológicos en función del riesgo

Según la probabilidad de contagio que presenta el agente biológico, el daño y la presencia de cura (o no), los agentes se pueden clasificar en los siguientes 4 grupos:

Cuadro 4 – Clasificación de contaminantes biológicos por el riesgo que representan (Elaboración propia)

Agentes del grupo 1

En este grupo se encuentran aquellos agentes de los cuales se espera que sea poco probable que cause una enfermedad en el hombre.

Agentes del grupo 2

En este grupo están incluidos aquellos otros agentes que pueden causar una enfermedad en el hombre y puede suponer un peligro para los trabajadores, pero sigue siendo poco probable que se propague a la población, a la vez que existe generalmente profilaxis o tratamiento eficaz

Agentes del grupo 3

En este otro grupo, de mayor riesgo que en el anterior, se incluyen aquellos agentes biológicos que pueden causar una enfermedad grave en el ser humano y presenta un serio peligro para los trabajadores, presentando riesgo elevado de que se propague a la población y existiendo generalmente una profilaxis o tratamiento eficaz.

Agentes del grupo 4

En este último grupo, el de mayor riesgo, se engloban los agentes que pueden producir una enfermedad grave en el ser humano. Esto supone un serio peligro para los trabajadores, con muchas probabilidades de que se propague a la población y sin que exista generalmente una profilaxis o un tratamiento eficaz. Un claro ejemplo de este gente, fue el Coronavirus en sus comienzos.

Conclusiones

Es fundamental poner el foco en los contaminantes del ambiente de trabajo para garantizar la salud y seguridad de los trabajadores. Para ello, debe llevarse a cabo una evaluación rigurosa del ambiente de trabajo y adoptar medidas preventivas para reducir la exposición a los contaminantes. Además, es importante que los trabajadores estén capacitados e informados sobre los riesgos y medidas de prevención. La implementación de medidas de control y la vigilancia constante son esenciales para mantener un ambiente de trabajo seguro y saludable. La gestión eficaz de los contaminantes del ambiente de trabajo es un compromiso que beneficia tanto a los empleados como a las empresas en términos de productividad y responsabilidad social y es necesaria la colaboración de todos para poder identificar, evaluar, controlar y sostener en el tiempo las medidas de control.

Referencias y Links de Interés

https://www.insst.es/documents/94886/326853/ntp_406.pdf/bb682bf1-a908-49ac-9c81-286e74def4ef?version=1.0&t=1614698335200

https://www.insst.es/documents/94886/326853/ntp_407.pdf/02a0d67e-1025-4a70-8094-3698f9e49e76?version=1.0&t=1614698339847

https://www.insst.es/documents/94886/326853/ntp_203.pdf/02030742-35e2-442e-98dc-3e86f6aa7550?version=1.0&t=1614698420784

https://www.ehu.eus/documents/2458096/2577739/ntp_376.pdf

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Contaminantes del Ambiente de Trabajo: identificación, riesgos y control por Gustavo Fornés se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.